GLORIOSA LIBERACIÓN

5 de febrero

“En el instante en que dejé de debatir, pude empezar a ver y sentir. En ese momento, el Segundo Paso, sutil y gradualmente, empezó a infiltrarse en mi vida. No puedo fijar ni la ocasión ni el día preciso en que llegué a creer en un Poder superior a mí mismo, pero sin duda ahora tengo esa creencia. Para llegar a tenerla, sólo tenía que dejar de luchar y ponerme a practicar el resto del programa de A.A. con el mayor entusiasmo posible”.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 25

“En el instante en que dejé de debatir, pude empezar a ver y sentir. En ese momento, el Segundo Paso, sutil y gradualmente, empezó a infiltrarse en mi vida. No puedo fijar ni la ocasión ni el día preciso en que llegué a creer en un Poder superior a mí mismo, pero sin duda ahora tengo esa creencia. Para llegar a tenerla, sólo tenía que dejar de luchar y ponerme a practicar el resto del programa de A.A. con el mayor entusiasmo posible”.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 25

Después de haberme entregado durante años a la “desenfrenada obstinación”, el Segundo Paso fue para mí una gloriosa liberación de estar a solas. Ahora no encuentro en mi camino nada demasiado penoso, o que no se pueda superar. Siempre hay alguien aquí para compartir conmigo las cargas de la vida. El Segundo Paso llegó a ser una forma de reforzar mi relación con Dios, y ahora me doy cuenta de que mi locura y mi ego estaban curiosamente vinculados. Para quitarme de aquélla, tengo que entregar éste a uno mucho más ancho de hombros que yo.

 

CUANDO FALTA LA FE

4 de febrero

A veces el programa de A.A. les resulta más difícil a aquellos que han perdido o han rechazado la fe que a aquellos que nunca la han tenido, porque creen que ya han probado la fe y no les ha servido de nada. Han probado el camino de la fe y el camino de la incredulidad.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 26

A veces el programa de A.A. les resulta más difícil a aquellos que han perdido o han rechazado la fe que a aquellos que nunca la han tenido, porque creen que ya han probado la fe y no les ha servido de nada. Han probado el camino de la fe y el camino de la incredulidad.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 26

Tan convencido estaba de que Dios me había fallado que acabé tomando una actitud desafiante, aunque sabía que no debía hacerlo, y me lancé a una última parranda. Mi fe se volvió amarga y eso no fue por una mera casualidad. Aquellos que una vez tuvieron gran fe tocan fondo con más fuerza. Aunque me uní a A.A., tardaba tiempo en reavivar mi fe. Intelectualmente estaba agradecido por haber sobrevivido una caída tan vertiginosa, pero me sentía todavía duro de corazón. No obstante, seguía ateniéndome al programa de A.A.: las alternativas me parecían demasiado lúgubres. Seguía asistiendo a las reuniones y, poco a poco, iba renaciendo mi fe.

 

LLENAR EL VACÍO

3 de febrero

Solamente necesitábamos hacernos una breve pregunta: “¿Creo ahora, o estoy dispuesto a creer siquiera, que hay un Poder superior a mí mismo?” Tan pronto como una persona pueda decir que cree o que está dispuesta a creer, podemos asegurarte enfáticamente que ya va por buen camino.

ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 47

Solamente necesitábamos hacernos una breve pregunta: “¿Creo ahora, o estoy dispuesto a creer siquiera, que hay un Poder superior a mí mismo?” Tan pronto como una persona pueda decir que cree o que está dispuesta a creer, podemos asegurarte enfáticamente que ya va por buen camino.

ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 47

A mí siempre me fascinó el estudio de los principios científicos. Dios y la espiritualidad eran ejercicios académicos sin ningún significado. Era un hombre de ciencia moderno, el conocimiento era mi Poder Superior. Dado el correcto conjunto de ecuaciones, la vida era solamente otro problema que resolver. Sin embargo, mi ser interior se estaba muriendo por la solución propuesta por mi ser exterior a los problemas de la vida y la solución siempre fue el alcohol. A pesar de mi inteligencia, el alcohol se convirtió en mi Poder Superior. Por el amor incondicional que emanaba de la gente y reuniones de A.A. me fue posible descartar al alcohol como mi Poder Superior. El vacío inmenso se llenó. Ya no me sentía solo y apartado de la vida. Había encontrado el amor de Dios. Hay solamente una ecuación que realmente me importa ahora: Dios está en A.A.

 

RESCATADO POR LA RENDICIÓN

2 de febrero

Característico del alcohólico típico es un narcisismo y egoísmo central, dominado por sentimientos de omnipotencia, resuelto a guardar su integridad interna cueste lo que cueste…. En su fuero interno, el alcohólico no tolera el control de parte de otro ser humano ni de Dios. Él mismo tiene que ser dueño de su propio destino. Luchará hasta la muerte para preservar esta condición.

A.A. LLEGA A SU MAYORÍA DE EDAD, p. 311

Característico del alcohólico típico es un narcisismo y egoísmo central, dominado por sentimientos de omnipotencia, resuelto a guardar su integridad interna cueste lo que cueste…. En su fuero interno, el alcohólico no tolera el control de parte de otro ser humano ni de Dios. Él mismo tiene que ser dueño de su propio destino. Luchará hasta la muerte para preservar esta condición.

A.A. LLEGA A SU MAYORÍA DE EDAD, p. 311

El gran misterio es: “¿Por qué algunos de nosotros morimos de muerte alcohólica, luchando por conservar la ‘independencia’ de nuestro ego, mientras otros parecen lograr la sobriedad en A.A. sin ningún esfuerzo?” La ayuda de un Poder Superior, el regalo de la sobriedad, me llegó cuando un inexplicable deseo de dejar de beber coincidió con mi disposición de aceptar sugerencias de hombres y mujeres de A.A. Yo tuve que rendirme porque sólo podía ser rescatado pidiendo la ayuda de Dios y de mis compañeros.

 

META: LA CORDURA

1 de febrero

“… el Segundo Paso, sutil y gradualmente, empezó a infiltrarse en mi vida. No puedo fijar ni la ocasión ni el día preciso en que llegué a creer en un Poder superior a mí mismo, pero sin duda ahora tengo esa creencia”.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 25

“… el Segundo Paso, sutil y gradualmente, empezó a infiltrarse en mi vida. No puedo fijar ni la ocasión ni el día preciso en que llegué a creer en un Poder superior a mí mismo, pero sin duda ahora tengo esa creencia”.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 25

“¡Llegué a creer!”Yo hablaba de mi creencia cuando me daba la gana o cuando pensaba que quedaría bien. No confiaba realmente en Dios. No creía que Él se preocupara por mí. Seguía tratando de cambiar las cosas que no podía cambiar. Gradualmente, con desgana, empecé a entregárselo todo, diciendo: “Tú que eres tan omnipotente, hazte cargo de ello”. Y Él lo hizo. Empecé a obtener soluciones a mis problemas más difíciles, algunas veces en el momento más inesperado: manejando al trabajo, mientras estaba almorzando, o cuando estaba profundamente dormido. Me di cuenta de que yo no había pensado en aquellas soluciones — un Poder más grande que yo me las había dado. Llegué a creer.

 

NUESTRO BIENESTAR COMÚN TIENE LA PREFERENCIA

31 de enero

La unidad de Alcohólicos Anónimos es la cualidad más preciada que tiene nuestra Sociedad.… O nos mantenemos unidos, o A.A. muere.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 125

La unidad de Alcohólicos Anónimos es la cualidad más preciada que tiene nuestra Sociedad.… O nos mantenemos unidos, o A.A. muere.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 125

Nuestras Tradiciones son los elementos clave en el proceso de desinflar el ego necesario para lograr y mantener la sobriedad de Alcohólicos Anónimos. La Primera Tradición me recuerda que no debo atribuirme el mérito ni la autoridad por mi recuperación. El anteponer a todo nuestro bienestar común me recuerda no convertirme en un curandero en este programa; yo soy todavía uno de los pacientes. Modestos veteranos construyeron la sala del hospital. Sin ella, yo dudo que estuviera vivo. Sin el grupo, pocos alcohólicos se recuperarían.

Mi participación activa en una renovada entrega de la voluntad me hace posible alejarme de la necesidad de dominar y del deseo de reconocimiento, los cuales desempeñaron un papel muy significativo en mi alcoholismo activo. Supeditar mis deseos personales al desarrollo del grupo contribuye a la unidad de A.A. que es crucial para toda recuperación. Contribuye a que tenga presente que el total es mayor que la suma de sus partes.

 

LIBRE DE… LIBRE PARA

30 de enero

Vamos a conocer una nueva libertad…

ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 83

Vamos a conocer una nueva libertad…

ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 83

Para mí el ser libre significa tanto la liberación de como la libertad para. Primero disfruto de la liberación de la esclavitud del alcohol. ¡Qué alivio! Luego, empiezo a experimentar la liberación del temor — temor a la gente, a la inseguridad económica, al compromiso, al fracaso, al rechazo. Entonces, empiezo a disfrutar de la libertad para — la libertad para optar por la sobriedad, para ser quien soy, para expresar mi opinión, para experimentar la paz del espíritu, para amar y ser amado, y la libertad para desarrollarme espiritualmente. Pero ¿cómo puedo ganar estas libertades? El Libro Grande dice claramente que aun antes de hacer la mitad de mis reparaciones empezaré a conocer una “nueva” libertad, que no es la vieja libertad para hacer lo que más me complaciera, sin consideración alguna de los demás, sino una nueva libertad que hace posible que las promesas de mi vida se hagan realidad. ¡Qué alegría ser libre!

 

LA ALEGRÍA DE COMPARTIR

29 de enero

La vida tendrá un nuevo significado. Ver a las personas recuperarse, verlas ayudar a otras, ver cómo desaparece la soledad, ver una comunidad desarrollarse a tu alrededor, tener una multitud de amigos — ésta es una experiencia que no debes perderte. Sabemos que no querrás perdértela. El contacto frecuente con recién llegados y entre unos y otros es la alegría de nuestras vidas.

ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 89

La vida tendrá un nuevo significado. Ver a las personas recuperarse, verlas ayudar a otras, ver cómo desaparece la soledad, ver una comunidad desarrollarse a tu alrededor, tener una multitud de amigos — ésta es una experiencia que no debes perderte. Sabemos que no querrás perdértela. El contacto frecuente con recién llegados y entre unos y otros es la alegría de nuestras vidas.

ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 89

Saber que todo recién llegado con quien yo comparta tiene la oportunidad de experimentar el alivio que he encontrado en esta Comunidad, me llena de alegría y gratitud. Siento que todas las cosas descritas en A.A. les sucederán a ellos, así como me han sucedido a mí, si ellos aprovechan la oportunidad y abrazan el programa de todo corazón.

 

EL TESORO DEL PASADO

28 de enero

El mostrarle a otros que sufren cómo se nos ayudó, es precisamente lo que hace ahora que la vida nos parezca de tanto valor. Confíe en la idea de que el tenebroso pasado, estando en manos de Dios, es su más preciada posesión, clave de la vida y de la felicidad de otros. Con ella puede usted evitarles a otros la muerte y el sufrimiento.

ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 124

El mostrarle a otros que sufren cómo se nos ayudó, es precisamente lo que hace ahora que la vida nos parezca de tanto valor. Confíe en la idea de que el tenebroso pasado, estando en manos de Dios, es su más preciada posesión, clave de la vida y de la felicidad de otros. Con ella puede usted evitarles a otros la muerte y el sufrimiento.

ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS, p. 124

Qué regalo es para mí darme cuenta de que todos aquellos años de aparente inutilidad, no fueron desperdiciados. Las experiencias más degradantes y humillantes acaban convirtiéndose en las herramientas más poderosas para ayudar a otros a recuperarse. Por conocer las profundidades de la vergüenza y de la desesperación, puedo ofrecerles una mano cariñosa y compasiva y saber que la gracia de Dios está siempre a mi alcance.

 

LIBERADO DE LA CULPA

27 de enero

En lo que respecta a otra gente, teníamos que eliminar la palabra “culpa” de nuestro vocabulario y de nuestros pensamientos.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 44

En lo que respecta a otra gente, teníamos que eliminar la palabra “culpa” de nuestro vocabulario y de nuestros pensamientos.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 44

Cuando llego a estar dispuesto a aceptar mi propia impotencia, empiezo a darme cuenta de que el echarme a mí mismo la culpa de todos los problemas de mi vida puede ser una especie de engreimiento que me precipitaría nuevamente a la desesperación. El pedir ayuda y escuchar atentamente los mensajes inherentes en los Pasos y en las Tradiciones, hacen posible cambiar esas actitudes que retardan mi recuperación. Antes de unirme a A.A. tenía tal deseo de aprobación por parte de personas en posición de poder, que estaba dispuesto hasta sacrificarme a mí mismo y a otros para ganarme un puesto en el mundo. Invariablemente fracasaba. En el programa tengo verdaderos amigos que me aman, que me entienden, que se interesan en ayudarme a descubrir la verdad acerca de mí mismo. Con la ayuda de los Doce Pasos, yo estoy capacitado para construirme una mejor vida, libre de culpabilidad y de necesidad de autojustificación.