En base a lo que se sabe, nadie que se haya vuelto alcohólico deja de ser alcohólico. El solo hecho de abstenerse del alcohol por meses o incluso años nunca le ha permitido a un alcohólico beber “normalmente” o socialmente. Una vez que la persona ha cruzado el umbral de ser alguien que bebe mucho a beber de forma alcohólica e irresponsable, no parece haber vuelta atrás. Pocos alcohólicos tratan deliberadamente de beber lo suficiente para meterse en problemas, pero los problemas parecen ser la consecuencia inevitable cuando un alcohólico bebe. Luego de dejar por un tiempo, la persona alcohólica puede pensar que es seguro probar unas cuantas cervezas o unas copas de vino. Esto puede engañar a la persona de que puede beber con las comidas. Pero no pasa mucho tiempo hasta que la persona alcohólica vuelve al viejo patrón de beber demasiado, a pesar de todos los esfuerzos de fijar límites para beber moderada o socialmente. La respuesta, según la experiencia de AA, es que si es alcohólico, nunca será capaz de controlar su forma de beber por mucho tiempo. Eso deja dos posibles caminos: dejar que su forma de bebe empeore cada vez más, con todos los resultados perjudiciales que van aparejados, o dejar completamente y desarrollar un nuevo patrón de vida sobrio y constructivo.