En AA creemos que no existe una cura para el alcoholismo. Nunca podemos volver a beber normalmente, y nuestra capacidad de seguir alejados del alcohol depende de que mantengamos nuestra salud física, mental y espiritual. Podemos lograr esto yendo a reuniones asiduamente y poniendo en práctica lo que aprendemos en ellas. Además, hemos visto que ayudar a otros alcohólicos nos ayuda a permanecer sobrios.