Los miembros de AA tienen un interés egoísta en tender una mano de ayuda a otros alcohólicos que aún no han logrado la sobriedad. En primer lugar, saben por experiencia que este tipo de actividad, normalmente llamada “labor de Paso Doce”, les ayuda a mantenerse sobrios. Sus vidas tienen ahora un interés enorme e intenso. Muy probablemente, recordar su propia experiencia previa con el alcohol les ayuda a evitar el exceso de confianza que podría llevar a una recaída. Sea cual sea la explicación, los AA que dan generosamente de su tiempo y esfuerzo para ayudar a otros alcohólicos, casi nunca tienen dificultades en preservar su propia sobriedad. Hay una segunda razón por la que los AA desean ayudar a los que tienen problemas con la bebida. Les da una oportunidad de saldar su deuda con aquellos que los ayudaron. Es la única forma práctica en que una persona puede pagar su deuda. El miembro de AA sabe que la sobriedad a largo plazo no es algo que se pueda comprar y no hay ningún contrato a largo plazo que la garantice. Los compañeros en AA saben, sin embargo, que se puede conseguir una nueva forma de vida sin alcohol con solo pedirlo, si se desea sinceramente y se comparte voluntariamente con los que vendrán. Tradicionalmente, AA jamás recluta a miembros, nunca presiona a nadie para hacerse miembro y nunca solicita ni acepta fondos externos.