La ausencia de reglas, reglamentos u obligaciones es una de las características singulares de AA como grupo local y como Comunidad mundial. No hay estatutos que digan que un miembro deba asistir a un cierto número de reuniones en un período dado. Es de entender, claro, que la mayoría de los grupos tengan su tradición no escrita de que a cualquier persona que siga bebiendo y que perturbe una reunión se le puede pedir que salga de la sala; esa misma persona podrá ser recibida de nuevo cuando no vaya a perturbar la reunión. Mientras tanto, los miembros del grupo harán lo posible para ayudar a transmitirle la sobriedad a la persona si tiene un deseo sincero de dejar de beber.